Bueno, pues al final no ha llegado la niña, no sabemos si vendrá mañana o si no vendrá, pero tenemos la esperanza de que sí llegue. Del mismo modo, mantengo la esperanza de que el pueblo saharaui vuelva a su país y deje para siempre los campamentos de la hamada argelina, en el desierto donde vive. Tendrían que dejar atrás 33 años de exilio, de miserias, de necesidades, de ingenio... Pero también dejarían atrás la solidaridad, imaginación, dignidad y quién sabe si además la libertad de que ahora dispone.
Lecciones de Literatura Universal en la Pompeu
Hace 9 años
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